
Creo que el sector alimentario está evolucionando mucho en muy poco tiempo. Nos encontramos en un momento en el que el consumidor quiere tenerlo todo. Por un lado, no tiene tiempo para cocinar y exige que la industria le ofrezca productos que le permitan mantener una dieta variada y sin tener que perder tiempo en su elaboración y, por otro lado, es cada vez más consciente del papel que juega la alimentación en nuestra salud, por lo que ya no está dispuesto a comer cualquier cosa, sino que busca alimentos saludables y, a ser posible, que le aporten algún beneficio extra. Todo esto está haciendo que la industria se vea obligada a innovar y a adaptar sus productos a las nuevas exigencias del consumidor.
Mi trabajo consiste precisamente en ayudar a la industria a desarrollar esos productos que está demandando el consumidor y a adaptar los productos que ya tiene a las nuevas tendencias en alimentación. Esto implica estar al tanto de todas las novedades que surgen, a nivel mundial, en cuanto a alimentos, ingredientes, tecnologías, envases y todo lo relacionado con la industria alimentaria. Cada proyecto supone un reto nuevo, porque de eso se trata la innovación: buscar soluciones a problemas que nunca se habían planteado por el simple hecho que estás haciendo algo que nunca antes se había llevado a cabo.
Todos los proyectos tienen una parte interesante, pero los que mayor satisfacción dan son los que presentan más dificultad y tienes que recurrir a todo lo que has ido aprendiendo a lo largo de los años para encontrar la solución y poder sacar el producto que estabas buscando. Por eso es tan importante en este trabajo estar totalmente actualizado, ya que continuamente aparecen ingredientes y soluciones nuevas que te pueden sacar de un apuro. También me gustan mucho los proyectos que implican desarrollos de productos que nunca nadie ha sacado al mercado. Te sientes muy orgullosa cuando ves en un lineal un producto que tú has desarrollado y que sabes el trabajo que lleva detrás.
Creo la tendencia actual hacia la alimentación saludable se va a mantener durante mucho tiempo. Cada vez tenemos más información al alcance de la mano y eso hace que seamos más conscientes de la importancia de llevar una correcta alimentación. Otra cosa que está influyendo mucho en nuestra forma de comer son las comunicaciones. Ya no sólo nos limitamos a las comidas típicas de nuestra zona, sino que tenemos acceso a platos de todo el mundo y estamos deseando probar nuevos sabores y tener nuevas experiencias. Creo que la alimentación está sufriendo un proceso total de globalización.